HISTORIA
Tumbes fue una región poblada desde tiempos anteriores al imperio incaico por grandes grupos humanos dedicados a la agricultura, la caza y el comercio.
Uno de éstos fueron los Tumpis, considerados por las tradiciones como los más grandes navegantes de la costa peruana. Destacaron en el tallado de valvas de conchas de puntas, pata de burro (Concha lapas peruana) y otros moluscos.
Posteriormente, la zona estuvo incorporada al dominio del gran Chimú. Durante el incanato, y especialmente en el gobierno del inca Pachacutec, los cusqueños extendieron sus dominios hasta Tumbes.
Posteriormente, la zona estuvo incorporada al dominio del gran Chimú. Durante el incanato, y especialmente en el gobierno del inca Pachacutec, los cusqueños extendieron sus dominios hasta Tumbes.
En la época del incanato Tumbes tuvo un rol muy importante en los destinos políticos del Tahuantisuyo donde Pachacutec lo sometió a su dominio y después del año 1400, se dirigió a las islas puneñas y fue Huayna Cápac quien lo convirtió en un centro de operaciones desde donde salió con su ejército a dominar a los Puneños. Por esta razón el monarca dio mayor importancia a Tumbes y mandó a construir caminos, viviendas, palacios y templos.
En 1532 los primeros españoles llegaron al Perú a través del puerto la Leña al mando de Francisco Pizarro.
Tumbes es la primera ciudad en liberarse del yugo español, proclamando su independencia el 7 de Enero de 1821. El espíritu combativo y patriota de los tumbesinos quedó claro, una vez más durante el conflicto de 1941 contra Ecuador.
Tumbes fue elevado en 1942 a la categoría de departamento como reconocimiento a su apoyo a la victoria peruana frente a los ecuatorianos.
En 1532 los primeros españoles llegaron al Perú a través del puerto la Leña al mando de Francisco Pizarro.
Tumbes es la primera ciudad en liberarse del yugo español, proclamando su independencia el 7 de Enero de 1821. El espíritu combativo y patriota de los tumbesinos quedó claro, una vez más durante el conflicto de 1941 contra Ecuador.
Tumbes fue elevado en 1942 a la categoría de departamento como reconocimiento a su apoyo a la victoria peruana frente a los ecuatorianos.
Tumbes en los albores de su Independencia, era una pequeña aldea situada sobre una suave ladera entre la orilla del mar y las cumbres de unas colinas. Sus 500 casas de caña y barro, un bosque cubierto de flores y arbustos y un río de aspecto caudaloso que desembocaba en el Océano a nueve millas del pueblo, formaban un "paisaje encantador" que podría encontrarse en los jardines botánicos o en los patios interiores e ciertas mansiones europeas. "La población predominantemente femenina, era muy afecta a lucir domos llamativos de oro, que excedían en calidad a los que se usaban otras partes del Perú, y a cambiar con bastante frecuencia sus vestimentas, sin embargo la indumentaria de los hombres era muy sencilla, de la blanca de algodón, pantalones generalmente negros y grandes someros de paja. .Esta ciudad que según los relatos de Thomas Bennet en 1823 era wantadora, se encontraba en el más completo abandono, sin Unidades y ¡ tropa que resguardaran las 60 leguas de extensión de la l ínea de frontera y contando apenas con 10 guardias mal montados y peor armados era mantener el orden público, fue la causa de todos los problemas que tuvo que afrontar en esta época aciaga de su Historia.Tan pronto como las autoridades tumbesinas se desligaron del porder español, teniendo quizá presente que las Ordenanzas virreynales aún permanecían vigentes, procedieron el 3 de noviembre de 1821 en ceremonia pública a delimitar un área urbana que se conoció como "los terrenos de la legua" o "La legua del pueblo", para distribuirla entre aquellos jefes de familia que no siendo dueños de predios urbanos, residían en forma real y efectiva en Tumbes y el sobrante se podría vender a los foráneos, pero teniendo siempre preferencia los de la Comunidad. La determinación de aquella zona, que abarcaba desde el esteroi "La Ramada" y pasaba por el centro de las haciendas de Cabuyal y Blanco, se hizo con todas las formalidades del caso y terminada la emonia se procedió a firmar el Acta respectiva y a dar los pregones ivocando a los lidiadores.Solucionado en parte el problema de la propiedad urbana, Tumbes ingresa a un período de diez años que bien podríamos llamarlo de reafirmación de su peruanidad, porque los hechos y actitudes no sólo de las autoridades en particular sino de todo el pueblo en general así lo demostraron y los documentos que nos dejaron, sirvieron para probar la legalidad de un reclamo de nuestros vecinos del norte.¿Cómo se justifica la reafírmación de la peruanidad por los tumbesinos Historiadores de reconocida solvencia moral nos dan la respuesta; Luis Antonio Eguiguren nos cuenta que tan pronto se proclamó la Independencia el 7 de Enero de 1821, se formó un Regimiento de voluntarios que viajaron a Piura a incrementar el efectivo de las tropas libertadoras y que los vecinos de Tumbes, en diversas ocasiones contribuyeron con dinero y en especies a costear los gastos que demandaba aquella operación; luego Mariano Felipe Paz Soldán, en su "Biografía del Gran Mariscal Castilla y Marquesado", afirma que el 40 Escuadrón del Húsares del Perú, que tuvo destacada actuación en las Pampas de Junfn, fue formado a base de tumbesinos.Por otra parte, el 1 3 de junio de 1828, se juraba la Constitución promulgada por el Congreso y el 31 de agosto del mismo, año, nuestra Marina de Guerra rechazaba en las tranquilas aguas de Punta Malpeloa la Escuadra Grancolombiana, obteniendo para nuestra Patria uno de sus primeros laureles, y para no citar más ejemplos, el 31 de Marzo de 1830 "se registra en la historia tumbesina el hecho más significativo de rebeldía que ha podido registrarse en los anales de la Historia", como muy bien nos dijo un ¡lustre hijo de este Departamento, el Mayor de Infantería don Luis E. Bodero en 1941, y luego agregaba: "un reducido grupo de hombres de voluntad de acero y conscientes de su destino, que es el del pueblo, sin ese temor acerbo que guardan los esclavos y con esa virilidad que ya no existe sino en muy raras ocasiones, tuvieron el gesto hermoso de rebelarse contra un nefasto Tratado que pretendía encadenar a su pueblo a otra República distinta a la de su nacimiento y entre los diferentes puntos de su protesta elevada al Presidente de ese entonces el Mariscal Agustfn Gamarra, le decían: "Pues aún a los infelices esclavos jamás se le dio amo contra su voluntad".Este documento firmado por José María Rico, Agustín García, Juan Farías, Tomás Fernández, José Miguel Torres, Juan Francisco Prieto y Juan Mariano Ibáñez en representación del pueblo, fue una de las piezas fundamentales que en 1905 presentó el delegado del Perú a S.M, el Rey de España para demostrar la indiscutible peruanidad de ese alejado rincón de nuestra Patria.Tumbes en aquella época, fue la zona de refugio de los perseguidos políticos ecuatorianos, la zona donde buscaban amparo las tropas ecuatorianas después que eran derrotadas por las fuerzas leales al Gobierno y en general la zona donde nuestros vecinos buscaban asilo de acuerdo a los compromisos internacionales, convirtiéndose en una zona crítica propensa al desorden; así lo hicieron notar las autoridades locales cuando angustiosamente pedían refuerzos de tropas para controlar la situación" pero las altas esferas gubernamentales peruanas sólo tomaban una acción seria, cuando los hechos revestían alguna gravedad, como sucedió en 1834 con el General Pedro Mena, en 1837 con el Capitán Narciso Espinoza, en 1851 con el General Guillermo Bodero ó el 14 de octubre de 1860, cuando una Columna armada compuesta de 120 hombres al mando del Coronel Francisco Franco, ingresaron a territorio peruano por Papayal, entregaron sus armas y demás artículos de guerra y solicitaron asilo político, que fue concedido bajo promesa de cumplir con las normas establecidas.Durante la Confederación Perú-Boliviana, Tumbes que pertenecía al Estado Ñor-Peruano, pasó por dos etapas bien definidas: La primera, de relativa tranquilidad, mientras don Vicente Rocafuerte, muy amigo del Perú, fue Presidente del Ecuador y según Basadre "estuvo preocupado por abordar sus problemas internos libre del venenoso ensueño amazónico"; durante su período presidencial se restableció, a pedido del Ecuador, el correo Piura-Tumbes-Quito que antes se hacía por Cuenca y por otra parte se solucionaban los incidentes fronterizos en la mayor armonía. La segunda etapa se caracterizó por la falta de seguridad e inestabilidad en que se vivía y fue cuando el General Juan José Flores desempeñó la primera Magistratura de su Patria. Es durante este gobierno que en e! Ecuador se organizan tres expediciones armadas al Perú: la de Ángulo, la de Hercelles y la de don Domingo Elias, la que al llegar a territorio peruano y no encontrar el apoyo deseado, tuvo que asilarse en el Consulado de Estados Unidos de Norte América para luego fugar a Piura, suscitándose por tal motivo un fuerte reclamo diplomático. Además se crearon problemas limítrofes que terminaron en forma temporal en 1842.En este período, tuvo que soportar los abusos y atropellos que cometieron las tripulaciones de la Escuadra Restauradora, motivo por el cual el Gobierno de Lima se vio precisado a enviar refuerzos para dar protección a un pueblo que estaba totalmente desguarnecido.Al reseñar la Historia de Tumbes en el Siglo XIX de nuestra era republicana, no podemos dejar de mencionar al Gran Mariscal don Ramón Castilla, porque desde el punto de vista político, elevó al pueblo a la categoría de distrito de la Provincia de Paita y desde el punto de vita económico, dictó una serie de leyes tendientes a mejorar el comercio y elevar el nivel de vida del poblador, pero digno de comentario especial es la orden que dictó para delimitar "la zona de montaña" de Tumbes y estudiar las posibilidades y riquezas que encerraba tan vasta zona y que permanecían ignoradas por el Gobierno. Tan delicada misión fue encomendada al Capitán de Corbeta don José Elcolobarrutia y luego al de la misma graduación don Juan ILaboy quienes presentaron un juicioso informe que abarcaba los más diversos aspectos, como: estado del juicio entablado por los pobladores contra el Coronel don Francisco Fernández de Paredes sobre retracto de venta de las tierras sobrantes de Tumbes; la relación nominal de las personas que se hayan en posesión de terrenos baldíos; relación de personas que tienen en arrendamiento terrenos de "La Legua"; cantidad aproximada de cada especie de árboles que existen en la zona; los linderos de la Hacienda Zarumilla y sobre todo determina que la línea fronteriza entre el Perú y el Ecuador es el río Seco o Quebrada Cayancas, hoy Quebrada Bejucal.El 29 de julio de 1849 o sea tres años después de haberse presentado aquellos informes, el Ministro de Guerra y Marina don José María Raygada, al dar cuenta de su gestión a la Cámara Legislativa decía: "Se han hallado en los bosques de Tumbes excelentes maderas para construcciones navales y pinos de buenas dimensiones para arboladuras de buques, por lo que un Capitán de Fragata se ocupa en el corte y extracción de maderas de construcción y un buque fletado por el Gobierno deberá salir muy pronto para transportar al Callao el crecido acopio de aquellas maderas".El año de 1862, marcó un hito en la Historia de Tumbes: se inicial la industria del petróleo. Farrier, un subdito escocés, fue el primero en emplearlo en la "manufactura de aceite para la iluminación", para lo cual sólo le bastó cavar unos simples pozos o fosas hasta una profundidad de tres metros para que emergiera tan preciado elemento; al año siguiente, en noviembre de 1863, se iniciaba la perforación de pozos en Quebrada Tucillal y al llegar a los 28 pies de profundidad el petróleo brotaba, subiendo 10 pies y 6 pulgadas, y en 1864, la Peruvian Petro leum Company llegó a producir hasta 480 barriles diarios, pero por falta de recursos, tuvo que abandonarse tan grande empresa. :Por Resolución Suprema del 14 de Junio de 1871, se autorizó el desembarque de un equipo para retinar petróleo, la que se instaló inicialmente en el Bebedero, y en 1879 fue trasladada a Zorritos. En 1890, la firma Faustino G. Piaggio, adquirió la refinería y remató los campos de Zorritos que abarcaban desde la Quebrada Charán hasta Quebrada "Socapan, en la suma de 25,200 soles, fundando un establecimiento industrial único en Sud América, iniciándose una etapa de progreso, pero no en la forma que se hubiese podido desear.Dos refinerías en pleno funcionamiento existían a fines del Siglo XIX: la de Zorritos y la Destilería de Amblard en Caleta Grau, que producían el mejor tipo de gasolina y kerosene de toda la zona norte del continente, además sus lubricantes se podían empleara muy bajas temperaturas sin perder su poder lubricador ni congelarse y finalmente los residuos de la destilación completa de los crudos, representaban un producto combustible de elevado poder calorífico. "En la misma época que la industria petrolera estaba en un período de franco desarrollo, la bahía de Tumbes era el lugar preferido por los buques balleneros extranjeros para proveerse de todos los artículos que les eran indispensables para el mantenimiento de su tripulación, como agua, verduras, camotes y frutas en especial cocos, pues los obtenían a precios moderados o por trueque de otros productos difíciles de obtener en la ciudad. Middendorf, Fitz Roy, Hutchinson, Menéndez, etc., concuerdan al afirmar que rara vez se encontraba en la rada un solo buque ballenero, lo normal eran ocho y algunas veces llegaban hasta veinte; este comercio muy fructífero inicialmente por las ventajas económicas que representaba para ambas partes tuvo una duración muy efímera.Un aspecto bastante importante que no debemos dejar de mencionar es el relacionado con unos braceros polinesios y canacas que por orden del Supremo Gobierno deberían de llegar abordo del buque de guerra "Tumbes", para luego embarcarse en el primer vapor disponible rumbo a la Oceanía. En efecto, el 17 de Enero de 1864, llegaban a Tumbes 37 polinesios que el Gobernador del distrito, tuvo que alojarlos y alimentarlos por cuenta del Estado, según orden que había recibido del Prefecto de Piura.
La ración que cada uno de ellos recibía en forma completamente gratuita, consistía en: una libra de carne, una libra de pan, una ración de verduras y la cantidad necesaria de arroz, manteca, azúcar y cacao y el monto total de la deuda que el Estado tuvo que asumir fue de 3,848 pesos medio real, la que fue abonada recién el 22 de Agosto de 1870, es decir después de 6 años de intensas gestiones.Con relación a los canacas -indígenas de Nueva Caledonia- el Capitán del barco ballenero norteamericano "Active", dio cuenta el 4 de noviembre de 1863, al Capitán de Puerto de Tumbes, que la barca peruana "Adelante" había dejado abandonados en la Isla de Cocos (Costa Rica) a 200 canacas, resto de 400 que llevó un buque peruano que salió del Callao, y solicitaba que enviara un socorro urgente en vista de que estaban abandonados, sin provisiones y sin vestidos que ponerse. Como la referida autoridad peruana, caree fa de los medios necesarios, trasladó el-pedido al Gobierno de Lima y éste ordenó que de inmediato saliese un buque llevando los auxilios indispensables para su país de origen, a fin de evitar reclamos diplomáticos posteriores. Tumbes inicia la década 70 - 80, con la categoría de Provincia da Departamento de Piura, creada por ley del 12 de Enero de 1871, expedida durante el Gobierno del Coronel don José Balta, designándose como primer Subprefecto al señor Ricardo Agustín Espinoza.Su población, según el Censo de 1876 era de 5,876 habitantes, distribuidos en 114 núcleos poblacionales y su superficie abarcaba desde la Quebrada Mancora hasta la Quebrada Cayancas, hoy conocida con el nombre de Quebrada Bejucal. Esta gran extensión de terreno, estaba formada por grandes llanuras muy fértiles en otros tiempos, pero debido a la incurría y al abandono, se habían convertido en grandes desiertos salpicados de pequeños oasis, y los bosques con sus árboles ricos en madera de construcción, cansados de esperar las manos que los utilizaran, se dejaban arrancar por el desborde impetuoso de las aguas del río.La agricultura era incipiente, razón por la cual el Subprefecto Comandante José María Vera Tudela, en un informe que elevara al Prefecto del Departamento de Piura, el 30 de Marzo de 1874, le decía: "Lo más vital para la Provincia, es la restauración de los canales de los indios, que partiendo del río irrigaban toda la llanura de esta sección feracísima" y en otro párrafo decía: "Es necesario que el Supremo Gobierno acuda en nuestro auxilio, no con comisiones más fecundas en gastos que en socorros eficaces, no con donativos en plata, auizá superiores a la situación del erario, sino con el verdadero auxilio permanente, duradero y reproductivo de las obras públicas". IEn lo referente a la Fuerza Armada, además de los miembros deHB Guardia Nacional, que estaba constituida por personal civil al que se le daba grado militar, sólo disponía de ocho gendarmes al mando del Teniente don Belisario Marino, quienes precisamente habían llegado el 1r0de Setiembre de 1879.
Con respecto a las comunicaciones, Tumbes estaba comunicado: con Paita y con Lima: por la vía marítima, mediante barcos de diferente calado que generalmente llegaban a sus puertos cada 30 ó 40 días; y por tierra, estaba prácticamente incomunicado, no sólo con Piura, a pesar de que sólo 50 leguas los separaba, sino con el resto del país.Los puertos que servían a la Provincia de Tumbes eran tres: "Caleta Noel" en el distrito de Zarumilla, "Zorritos" en el distrito de Corrales y la "Caleta de la Cucaracha" que era el puerto normal de salida de la Provincia, pero ia Capitanía de Puerto estaba situada en la ciudad de Tumbes "por ser la costa y ribera del rfo despoblada", y para recibir o despachar los barcos, la autoridad marítima y el personal a sus órdenes, empleando bestias de carga, ten tan que llegar con la debida anticipación al puerto para realizar las funciones propias de su cargo.
Para completar este cuadro general, en el ámbito judicial, el estado era caótico: "Desde Diciembre de 1879, Tumbes carece de Juez Letrado porque el Juez doctor Mosquera abandonó sus funciones por haber sido enjuiciado por abuso de autoridad. Los Jueces de Paz llamados por ley a ejercer el cargo, no han cumplido sus deberes. El Tribunal en la esfera de sus atribuciones, ha procurado poner término a los males que se desprenden de ese estado de acefalía en que se haya aquella Provincia", decfa el Presidente de la Corte Superior de Piura, en su Memoria correspondiente a 1879.Las poblaciones limftrofes ecuatorianas de Santa Rosa y Máchala, estaban reforzadas cada una de ellas con 200 hombres de su ejército, listos para iniciar una acción ofensiva, en el caso de que la guerra fuese adversa a nuestra Patria.'Esa era la situación tan desesperante en que se encontraba la Provincia el 5 de Abril de 1879 y la infausta noticia sobre la declaratoria de guerra al Perú se conoció con un retardo de 18 dfas, por la lectura de unos periódicos trafdos en un vapor inglés que había estado en el Puerto de Guayaquil. Los tumbesinos dando una muestra más de su acendrado patriotismo se aprestan a defender a la Patria y mientras unos se alistan en las filas del ejército y marchan hacia los campos de batalla, otros establecen una estricta vigilancia a lo largo de la costa y en fin las mujeres con sus propias manos bordan los escudos que orguflosamente se lucirán en las banderas de guerra de las Unidades que se formen en Tumbes.
Allf está el marinero Andrés Araujo, que el 8 de octubre de 1879, peleó al lado de nuestro Gran Almirante Miguel Grau abordo del legendario Monitor Huáscar; allí" están el Capitán de Artillería don Elias Bodero que salió herido en el Campo de Batalla del Alto de la Alianza, el Teniente Enrique Vásquez, Manuel Arellano, Máximo Benites, Benigno Reyes o Carlos Puell, eri las filas del Ejército; allí" está el pueblo tumbesino que el 17 de junio de 1882, al mando de su Gobernador don jacinto Seminario Fernández, rechazó en los Campos de la Condesa a las tropas del norte que invadieron nuestro territorio y en el recuerdo de todos los peruano está el espíritu de sacrificio, abnegación y patriotismo que desplegaron los tumbesinos por cumplir con su deber, así como el de otros acontecimientos que traspusieron los límites de la Provincia, como: lo La habilidad marinera de los pescadores tumbesinos, cuando burlando la estrecha vigilancia que ejercía la escuadra invasora, gufan a la Goleta Grancolombiana "Estrella de Panamá" hasta el interior de la rada, descargan un precioso cargamento de material de guerra que escondía en sus bodegas y luego lo llevan hasta alta mar para que prosiga su derrotero. Esto sucedió el 3 de Junio de 1880 y al evocar esta fecha, recordemos a ese puñado de gentes que despreciando sus propias vidas, se entregaron por entero a su querido Perú; 2o. La destrucción de las maquinarias e instalaciones del Puerto de Zorritos por el Crucero chileno "Amazonas" ocasionando serias pérdidas en la naciente industria petrolera y 3o. El decreto del 18 de Agosto de 1882, firmado por el Almirante Patricio Lynch, jefe de las Fuerzas de Ocupación, mediante el cual, fue declarado puerto extranjero para los efectos del cobro de los derechos de Aduana, y sin temor a equivocarme, la razón de tal medida, la encontramos cuandoestudiamos los esfuerzos que hacía la Cancillería del Mapocho por atraerse a la esfera de su influencia a nuestro vecino del norte.Terminada la infausta Guerra del Pacffíco y firmado el Tratado de Ancón, la Provincia de Tumbes pasó por un período de convulsiones políticas y sucedieron una serie de acontecimientos que bien valen la peña señalarlos en forma muy suscinta.El 2 de Julio de 1884, el General Manuel Gonzalos de la Colera desconoció la autoridad del Gobierno del General don Miguel Iglesias, pero derrotado en Cerro Blanco, huyó a Zarumilla y de allfa Morropón, donde murió de muerte natural; años más tarde, el 31 de julio de 1894, el pueblo se sublevó contra sus autoridades y el Corresponsal de "El Comercio" al informar sobre tales sucesos, dice: "En la más negra página de la Historia del Perú, desde la Independencia a la fecha, no se registra algo tan triste, tan vergonzoso, tan increíble, como el que ha sucedido en Tumbes en la mañana del 31 de julio al 4 de agosto", y así fue, la falta total de control sobre la población fue la causa para que los revoltosos eliminaran a las principales autoridades, resultando como consecuencia muchos civiles heridos; al año siguiente, esto es en Enero de 1895, los montoneros adictos a don Nicolás de Piérola, bajo el comando de don Oswaido Seminario, aparecen en Tumbes, imponen cupos para poderse sostener y se apoderan de la ciudad hasta que triunfa en Lima la revolución y por último en Octubre de 1898 Maximiliano Reyes organiza en la región de Casitas unas montoneras que son fácilmente batidas por las fuerzas del orden. Estos movimientos eran percibidos por las autoridades del lugar y puestas en conocimiento de las autoridades de Piura y Lima, pero fatalmente no se les daba la importancia que realmente merecían. Entre los informes que llegaban a Lima, merece con signarse, sin comentario de ninguna clase, el remitido por el Prefecto de Piura el 28 de Noviembre de 1887 al Ministro de Guerra, en el que le dice: "La Provincia de Tumbes, requiere en concepto de esta Prefectura una especial atención al Supremo Gobierno. Separada del resto del Departamento por un largo y despoblado camino, apenas si es posible tener comunicación con ella por medio de los vapores, una vez cada mes" y luego agrega: "El impuesto último sobre el tabaco, que ha dado un golpe de muerte a su principal industria, ha venido a aclarar más el espacio de separación, procurándose así una situación de. descontento y el malestar de! pueblo, del que puede sacar provecho con daño nuestro, la política previsora del Ecuador".Con relación a la agricultura, sólo se cultivaba en las orillas del rfo, por lo que se vio la necesidad de realizar estudios que favorecieran el aumento de tierras de cultivo y es el Ingeniero Hugh Carrige, quien por encargo del Dr. Tomás Lawlor realiza en 1879 el primer estudio sobre irrigación en el valle de Tumbes, posteriormente, en Octubre de 1890, el Ingeniero Rubén Dávila presentó un proyecto preliminar para forma lizar la concesión de don Enrique Melville que trató de levantar con capitales de Londres, organizando un sindicato de Irrigaciones del Perú, pero al no haber llegado a presentar los estudios definitivos en 1892, solicitó la cancelación de la concesión" y, por último, el 27 de noviembre de 1895, el Congreso de la República, presidido por don Guillermo Bi llinghurst tuvo que promulgar una ley que el Ejecutivo no lo hizo en su oportunidad y por la cual se disponía el envfo de un Ingeniero del Estado para que practique los estudios y levantamientos de los planos de irrigación del valle. Todos estos estudios quedaron archivados y no se les dio la importancia que en realidad tenían, a pesar de que el Estado conocía la posibilidad de establecer cuando menos un simple canal de derivación o aprovechar los canales de los incas, para irrigar un hermoso valle, con agua permanente que lastimosamente se perd ía en el Océano.Como acto de verdadera justicia, debemos señalar que el General Remigio Morales Bermúdez, cuando desempeñaba las funciones de Presidente de la República, se preocupó enormemente por el desarrollo de Tumbes, evidenciando por la serie de disposiciones tendientes a favorecer el tráfico marítimo; fatalmente, su prematura desaparición, privó al pueblo de seguir recibiendo mayores beneficios y lo que es peor, todas aquellas leyes que se dictaron para mejorar la situación económica de la zona, fueron derogadas, esgrimiéndose como fundamento en el caso de la Aduana, "que el General Morales Bermúdez, cediendo a las súplicas de personas influyentes del lugar, fundándose que era necesario regularizar el tráfico marítimo de Tumbes, creó una Aduana y la puso bajo la dependencia administrativa de Paita".Asi' mismo, debemos indicar que durante el Gobierno de don Nicolás de Piérola, se dictó una ley del 16 de Marzo de 1896, por la cual se ordenaba se recogiera y cambiara la moneda feble boliviana que circulaba en todo el Departamento de Piura, y caso curioso, desde tiempos de la Confederación circulaba en Tumbes tres monedas con igual carácter legal: la nacional, la ecuatoriana y la boliviana, así por ejemplo, en muchas escrituras de 1896, figuran que por derecho de alcabala por la venta de un terreno se debe cobrar tres soles bolivianos y ciento cincuenta por la venta del mismo, y por otra parte, el Concejo Provincial de Tumbes, al cubrir los cupos que le imponían las montoneras de Oswaldo Seminario, lo hacía indistintamente en moneda nacional y boliviana.Terminaremos esta ligera síntesis haciendo notar que durante el período que estamos tratando, Tumbes fue visitado por muchos personajes ilustres, viajeros, geógrafos, pudiendo citar a don Simón Rodríguez, el Maestro del Libertador Simón Bolívar, cuando procedente de Guayaquil estuvo de paso por la ciudad con dirección a Paita. La fecha exacta ni el tiempo de permanencia no nos ha sido posible determinar, pero sí podemos afirmar que fue en los primeros meses de 1854, pues en Marzo de aquél año expiraba en Amotape a la avanzada edad de 84 años; don Antonio Raymondi, estuvo en la ciudad con-motivo de una Comisión que el Supremo Gobierno le encomendó para que reconociera una mina de carbón que se había descubierto en Caleta Tortugas al sur de Paita, fatalmente la fecha, al igual que el caso anterior no nos ha sido posible determinarla, debido a que sus libretas de notas correspondientes a 1858 no se encuentran en la Sociedad Geográfica de Lima, dándose por perdidas, por lo que se supone que valiosos datos relacionados con la Provincia aún permanecen en el misterio más grande; en 1862, el Dr. Columbus con un grupo de tumbesinos bajo su dirección estudiaron y realizaron excavaciones en la ciudad, encontrando un complejo arquitectónico compuesto de un largo departamento central rodeado de muchos cuartos pequeños que se comunicaban mediante un gran corredor y "más al sur un lugar destinado a cementerio donde encontraron las clásicas tumbas con grandes aberturas, en algunas de las cuales encontraron restos humanos en posición sentado con la barbilla apoyada sobre las rodillas". Así mismo encontraron muchas imágenes, animales y plantas de oro y plata de gran valor y vasos de brillantes colores y diseños, muchos de los cuales fueron remitidos al Museo Nacional de Lima, pero a raíz del saqueo en 1882 durante la infausta Guerra del Pacífico, desaparecieron aquellos ejemplares, en especial un fdolo femenino de plata estilo incaico; y por último para no citar más viajeros extranjeros mencionaremos a Willis Baxiey que en su libro "What I saw en the West Coast of South and North América and the Hawaiian Island", escrito en 1865, nos ha dejado un interesante relato de aquella época y al ocuparse de sus ruinas anota "que es un error, de los historiadores antiguos como modernos, la opinión de que los arquitectos peruanos no hayan conocido la construcción de arcos y bóvedas y en muchas huacas de piedra nosotros encontramos bóvedas de construcción superior y además algunos edificios grandes. También encontramos vestigios de arcos, pero su aplicación era enteramente limitada", de allf pues que cuando recordamos a aquél ciudadano que en el Congreso de 1891, al fundamentar una Moción a favor de Tumbes dijera: "Si encontramos a un antiguo poblador y le preguntáramos algo sobre la grandeza de su pasado, nos respondería: "Venid, cavad y encontrareis maravillas", diremos que con mucha razón se expresó de ese modo, porque hoy -1983- a la luz de nuevos documentos y por los vestigios arqueológicos que aún nos quedan y que se han podido librar de la acción del tiempo y de la mano depredadora del hombre, fácilmente lo podemos comprobar. Entre nuestros compatriotas sólo citaremos a don José Marta Vera Tudela, que si bien es cierto se desempeñaba como Subprefecto en 1874, nos dejó un informe que refleja la situación tan aflictiva en que se encontraba ese apartado rincón de nuestra Patria y a Don Froyian P. Morales, de cuyo trabajo publicado en 1894 en el Boletín de la Sociedad Geográfica de Lima merece consignarse: "Que en aquella época, el rfo Cayancas servía de límite con el Ecuador y que la "provincia apenas tenía 6,000 habitantes diseminados en tan dilatado terreno y sumidos en la miseria; que en Tumbes no había agricultura y apenas se cultivaban pocas cuadras en las orillas del rio, produciéndose entre otras cosas 5,000 qq. de tabaco; que las haciendas estaban abandonadas por falta de irrigación, capitales y brazos y que una parte inmensa de fértiles terrenos se encontraban completamente eriales".Por ese informe sabemos también que'para comunicarse con Piura, por la vía terrestre, ex¡st^arí/cuatro caminos de herradura y en algunos casos se tenía que ingresar forzosamente a territorio ecuatoriano para poder llegar al lugar de su destino y en lo referente a los caminos internos, el asunto era aún más grave, como caso curioso altamente revelador puedo citar que el 12 de noviembre de 1896 el Alcalde Provincial de Tumbes en oficio que le dirige al Alcalde Municipal del Distrito de San Juan le dice: "Como debe constituirse en ésa, el señor Vacunador, corresponde a ese Concejo le remita una bestia aperada en las primeras horas de la mañana del día citado". Este ostracismo que hizo que ningún Presidente de la República o Encargado del Gobierno visitara la zona, que fuera el lugar ideal para que las malas autoridades medraran a espalda del pueblo y que hizo que no se conociera en su oportunidad una moción que fue archivada en el Congreso de la República, por la que se le denominaba "La Heroica Villa de Tumbes" por la valiente actitud asumida por su pueblo en defensa de la Constitución, termina en 1935, cuando entró en servicio la carretera que lo unta con el sur de la República, iniciándose una etapa de esperanza para un pueblo que estuvo realmente abandonado, pero al final resultó una frustración.
La ración que cada uno de ellos recibía en forma completamente gratuita, consistía en: una libra de carne, una libra de pan, una ración de verduras y la cantidad necesaria de arroz, manteca, azúcar y cacao y el monto total de la deuda que el Estado tuvo que asumir fue de 3,848 pesos medio real, la que fue abonada recién el 22 de Agosto de 1870, es decir después de 6 años de intensas gestiones.Con relación a los canacas -indígenas de Nueva Caledonia- el Capitán del barco ballenero norteamericano "Active", dio cuenta el 4 de noviembre de 1863, al Capitán de Puerto de Tumbes, que la barca peruana "Adelante" había dejado abandonados en la Isla de Cocos (Costa Rica) a 200 canacas, resto de 400 que llevó un buque peruano que salió del Callao, y solicitaba que enviara un socorro urgente en vista de que estaban abandonados, sin provisiones y sin vestidos que ponerse. Como la referida autoridad peruana, caree fa de los medios necesarios, trasladó el-pedido al Gobierno de Lima y éste ordenó que de inmediato saliese un buque llevando los auxilios indispensables para su país de origen, a fin de evitar reclamos diplomáticos posteriores. Tumbes inicia la década 70 - 80, con la categoría de Provincia da Departamento de Piura, creada por ley del 12 de Enero de 1871, expedida durante el Gobierno del Coronel don José Balta, designándose como primer Subprefecto al señor Ricardo Agustín Espinoza.Su población, según el Censo de 1876 era de 5,876 habitantes, distribuidos en 114 núcleos poblacionales y su superficie abarcaba desde la Quebrada Mancora hasta la Quebrada Cayancas, hoy conocida con el nombre de Quebrada Bejucal. Esta gran extensión de terreno, estaba formada por grandes llanuras muy fértiles en otros tiempos, pero debido a la incurría y al abandono, se habían convertido en grandes desiertos salpicados de pequeños oasis, y los bosques con sus árboles ricos en madera de construcción, cansados de esperar las manos que los utilizaran, se dejaban arrancar por el desborde impetuoso de las aguas del río.La agricultura era incipiente, razón por la cual el Subprefecto Comandante José María Vera Tudela, en un informe que elevara al Prefecto del Departamento de Piura, el 30 de Marzo de 1874, le decía: "Lo más vital para la Provincia, es la restauración de los canales de los indios, que partiendo del río irrigaban toda la llanura de esta sección feracísima" y en otro párrafo decía: "Es necesario que el Supremo Gobierno acuda en nuestro auxilio, no con comisiones más fecundas en gastos que en socorros eficaces, no con donativos en plata, auizá superiores a la situación del erario, sino con el verdadero auxilio permanente, duradero y reproductivo de las obras públicas". IEn lo referente a la Fuerza Armada, además de los miembros deHB Guardia Nacional, que estaba constituida por personal civil al que se le daba grado militar, sólo disponía de ocho gendarmes al mando del Teniente don Belisario Marino, quienes precisamente habían llegado el 1r0de Setiembre de 1879.
Con respecto a las comunicaciones, Tumbes estaba comunicado: con Paita y con Lima: por la vía marítima, mediante barcos de diferente calado que generalmente llegaban a sus puertos cada 30 ó 40 días; y por tierra, estaba prácticamente incomunicado, no sólo con Piura, a pesar de que sólo 50 leguas los separaba, sino con el resto del país.Los puertos que servían a la Provincia de Tumbes eran tres: "Caleta Noel" en el distrito de Zarumilla, "Zorritos" en el distrito de Corrales y la "Caleta de la Cucaracha" que era el puerto normal de salida de la Provincia, pero ia Capitanía de Puerto estaba situada en la ciudad de Tumbes "por ser la costa y ribera del rfo despoblada", y para recibir o despachar los barcos, la autoridad marítima y el personal a sus órdenes, empleando bestias de carga, ten tan que llegar con la debida anticipación al puerto para realizar las funciones propias de su cargo.
Para completar este cuadro general, en el ámbito judicial, el estado era caótico: "Desde Diciembre de 1879, Tumbes carece de Juez Letrado porque el Juez doctor Mosquera abandonó sus funciones por haber sido enjuiciado por abuso de autoridad. Los Jueces de Paz llamados por ley a ejercer el cargo, no han cumplido sus deberes. El Tribunal en la esfera de sus atribuciones, ha procurado poner término a los males que se desprenden de ese estado de acefalía en que se haya aquella Provincia", decfa el Presidente de la Corte Superior de Piura, en su Memoria correspondiente a 1879.Las poblaciones limftrofes ecuatorianas de Santa Rosa y Máchala, estaban reforzadas cada una de ellas con 200 hombres de su ejército, listos para iniciar una acción ofensiva, en el caso de que la guerra fuese adversa a nuestra Patria.'Esa era la situación tan desesperante en que se encontraba la Provincia el 5 de Abril de 1879 y la infausta noticia sobre la declaratoria de guerra al Perú se conoció con un retardo de 18 dfas, por la lectura de unos periódicos trafdos en un vapor inglés que había estado en el Puerto de Guayaquil. Los tumbesinos dando una muestra más de su acendrado patriotismo se aprestan a defender a la Patria y mientras unos se alistan en las filas del ejército y marchan hacia los campos de batalla, otros establecen una estricta vigilancia a lo largo de la costa y en fin las mujeres con sus propias manos bordan los escudos que orguflosamente se lucirán en las banderas de guerra de las Unidades que se formen en Tumbes.
Allf está el marinero Andrés Araujo, que el 8 de octubre de 1879, peleó al lado de nuestro Gran Almirante Miguel Grau abordo del legendario Monitor Huáscar; allí" están el Capitán de Artillería don Elias Bodero que salió herido en el Campo de Batalla del Alto de la Alianza, el Teniente Enrique Vásquez, Manuel Arellano, Máximo Benites, Benigno Reyes o Carlos Puell, eri las filas del Ejército; allí" está el pueblo tumbesino que el 17 de junio de 1882, al mando de su Gobernador don jacinto Seminario Fernández, rechazó en los Campos de la Condesa a las tropas del norte que invadieron nuestro territorio y en el recuerdo de todos los peruano está el espíritu de sacrificio, abnegación y patriotismo que desplegaron los tumbesinos por cumplir con su deber, así como el de otros acontecimientos que traspusieron los límites de la Provincia, como: lo La habilidad marinera de los pescadores tumbesinos, cuando burlando la estrecha vigilancia que ejercía la escuadra invasora, gufan a la Goleta Grancolombiana "Estrella de Panamá" hasta el interior de la rada, descargan un precioso cargamento de material de guerra que escondía en sus bodegas y luego lo llevan hasta alta mar para que prosiga su derrotero. Esto sucedió el 3 de Junio de 1880 y al evocar esta fecha, recordemos a ese puñado de gentes que despreciando sus propias vidas, se entregaron por entero a su querido Perú; 2o. La destrucción de las maquinarias e instalaciones del Puerto de Zorritos por el Crucero chileno "Amazonas" ocasionando serias pérdidas en la naciente industria petrolera y 3o. El decreto del 18 de Agosto de 1882, firmado por el Almirante Patricio Lynch, jefe de las Fuerzas de Ocupación, mediante el cual, fue declarado puerto extranjero para los efectos del cobro de los derechos de Aduana, y sin temor a equivocarme, la razón de tal medida, la encontramos cuandoestudiamos los esfuerzos que hacía la Cancillería del Mapocho por atraerse a la esfera de su influencia a nuestro vecino del norte.Terminada la infausta Guerra del Pacffíco y firmado el Tratado de Ancón, la Provincia de Tumbes pasó por un período de convulsiones políticas y sucedieron una serie de acontecimientos que bien valen la peña señalarlos en forma muy suscinta.El 2 de Julio de 1884, el General Manuel Gonzalos de la Colera desconoció la autoridad del Gobierno del General don Miguel Iglesias, pero derrotado en Cerro Blanco, huyó a Zarumilla y de allfa Morropón, donde murió de muerte natural; años más tarde, el 31 de julio de 1894, el pueblo se sublevó contra sus autoridades y el Corresponsal de "El Comercio" al informar sobre tales sucesos, dice: "En la más negra página de la Historia del Perú, desde la Independencia a la fecha, no se registra algo tan triste, tan vergonzoso, tan increíble, como el que ha sucedido en Tumbes en la mañana del 31 de julio al 4 de agosto", y así fue, la falta total de control sobre la población fue la causa para que los revoltosos eliminaran a las principales autoridades, resultando como consecuencia muchos civiles heridos; al año siguiente, esto es en Enero de 1895, los montoneros adictos a don Nicolás de Piérola, bajo el comando de don Oswaido Seminario, aparecen en Tumbes, imponen cupos para poderse sostener y se apoderan de la ciudad hasta que triunfa en Lima la revolución y por último en Octubre de 1898 Maximiliano Reyes organiza en la región de Casitas unas montoneras que son fácilmente batidas por las fuerzas del orden. Estos movimientos eran percibidos por las autoridades del lugar y puestas en conocimiento de las autoridades de Piura y Lima, pero fatalmente no se les daba la importancia que realmente merecían. Entre los informes que llegaban a Lima, merece con signarse, sin comentario de ninguna clase, el remitido por el Prefecto de Piura el 28 de Noviembre de 1887 al Ministro de Guerra, en el que le dice: "La Provincia de Tumbes, requiere en concepto de esta Prefectura una especial atención al Supremo Gobierno. Separada del resto del Departamento por un largo y despoblado camino, apenas si es posible tener comunicación con ella por medio de los vapores, una vez cada mes" y luego agrega: "El impuesto último sobre el tabaco, que ha dado un golpe de muerte a su principal industria, ha venido a aclarar más el espacio de separación, procurándose así una situación de. descontento y el malestar de! pueblo, del que puede sacar provecho con daño nuestro, la política previsora del Ecuador".Con relación a la agricultura, sólo se cultivaba en las orillas del rfo, por lo que se vio la necesidad de realizar estudios que favorecieran el aumento de tierras de cultivo y es el Ingeniero Hugh Carrige, quien por encargo del Dr. Tomás Lawlor realiza en 1879 el primer estudio sobre irrigación en el valle de Tumbes, posteriormente, en Octubre de 1890, el Ingeniero Rubén Dávila presentó un proyecto preliminar para forma lizar la concesión de don Enrique Melville que trató de levantar con capitales de Londres, organizando un sindicato de Irrigaciones del Perú, pero al no haber llegado a presentar los estudios definitivos en 1892, solicitó la cancelación de la concesión" y, por último, el 27 de noviembre de 1895, el Congreso de la República, presidido por don Guillermo Bi llinghurst tuvo que promulgar una ley que el Ejecutivo no lo hizo en su oportunidad y por la cual se disponía el envfo de un Ingeniero del Estado para que practique los estudios y levantamientos de los planos de irrigación del valle. Todos estos estudios quedaron archivados y no se les dio la importancia que en realidad tenían, a pesar de que el Estado conocía la posibilidad de establecer cuando menos un simple canal de derivación o aprovechar los canales de los incas, para irrigar un hermoso valle, con agua permanente que lastimosamente se perd ía en el Océano.Como acto de verdadera justicia, debemos señalar que el General Remigio Morales Bermúdez, cuando desempeñaba las funciones de Presidente de la República, se preocupó enormemente por el desarrollo de Tumbes, evidenciando por la serie de disposiciones tendientes a favorecer el tráfico marítimo; fatalmente, su prematura desaparición, privó al pueblo de seguir recibiendo mayores beneficios y lo que es peor, todas aquellas leyes que se dictaron para mejorar la situación económica de la zona, fueron derogadas, esgrimiéndose como fundamento en el caso de la Aduana, "que el General Morales Bermúdez, cediendo a las súplicas de personas influyentes del lugar, fundándose que era necesario regularizar el tráfico marítimo de Tumbes, creó una Aduana y la puso bajo la dependencia administrativa de Paita".Asi' mismo, debemos indicar que durante el Gobierno de don Nicolás de Piérola, se dictó una ley del 16 de Marzo de 1896, por la cual se ordenaba se recogiera y cambiara la moneda feble boliviana que circulaba en todo el Departamento de Piura, y caso curioso, desde tiempos de la Confederación circulaba en Tumbes tres monedas con igual carácter legal: la nacional, la ecuatoriana y la boliviana, así por ejemplo, en muchas escrituras de 1896, figuran que por derecho de alcabala por la venta de un terreno se debe cobrar tres soles bolivianos y ciento cincuenta por la venta del mismo, y por otra parte, el Concejo Provincial de Tumbes, al cubrir los cupos que le imponían las montoneras de Oswaldo Seminario, lo hacía indistintamente en moneda nacional y boliviana.Terminaremos esta ligera síntesis haciendo notar que durante el período que estamos tratando, Tumbes fue visitado por muchos personajes ilustres, viajeros, geógrafos, pudiendo citar a don Simón Rodríguez, el Maestro del Libertador Simón Bolívar, cuando procedente de Guayaquil estuvo de paso por la ciudad con dirección a Paita. La fecha exacta ni el tiempo de permanencia no nos ha sido posible determinar, pero sí podemos afirmar que fue en los primeros meses de 1854, pues en Marzo de aquél año expiraba en Amotape a la avanzada edad de 84 años; don Antonio Raymondi, estuvo en la ciudad con-motivo de una Comisión que el Supremo Gobierno le encomendó para que reconociera una mina de carbón que se había descubierto en Caleta Tortugas al sur de Paita, fatalmente la fecha, al igual que el caso anterior no nos ha sido posible determinarla, debido a que sus libretas de notas correspondientes a 1858 no se encuentran en la Sociedad Geográfica de Lima, dándose por perdidas, por lo que se supone que valiosos datos relacionados con la Provincia aún permanecen en el misterio más grande; en 1862, el Dr. Columbus con un grupo de tumbesinos bajo su dirección estudiaron y realizaron excavaciones en la ciudad, encontrando un complejo arquitectónico compuesto de un largo departamento central rodeado de muchos cuartos pequeños que se comunicaban mediante un gran corredor y "más al sur un lugar destinado a cementerio donde encontraron las clásicas tumbas con grandes aberturas, en algunas de las cuales encontraron restos humanos en posición sentado con la barbilla apoyada sobre las rodillas". Así mismo encontraron muchas imágenes, animales y plantas de oro y plata de gran valor y vasos de brillantes colores y diseños, muchos de los cuales fueron remitidos al Museo Nacional de Lima, pero a raíz del saqueo en 1882 durante la infausta Guerra del Pacífico, desaparecieron aquellos ejemplares, en especial un fdolo femenino de plata estilo incaico; y por último para no citar más viajeros extranjeros mencionaremos a Willis Baxiey que en su libro "What I saw en the West Coast of South and North América and the Hawaiian Island", escrito en 1865, nos ha dejado un interesante relato de aquella época y al ocuparse de sus ruinas anota "que es un error, de los historiadores antiguos como modernos, la opinión de que los arquitectos peruanos no hayan conocido la construcción de arcos y bóvedas y en muchas huacas de piedra nosotros encontramos bóvedas de construcción superior y además algunos edificios grandes. También encontramos vestigios de arcos, pero su aplicación era enteramente limitada", de allf pues que cuando recordamos a aquél ciudadano que en el Congreso de 1891, al fundamentar una Moción a favor de Tumbes dijera: "Si encontramos a un antiguo poblador y le preguntáramos algo sobre la grandeza de su pasado, nos respondería: "Venid, cavad y encontrareis maravillas", diremos que con mucha razón se expresó de ese modo, porque hoy -1983- a la luz de nuevos documentos y por los vestigios arqueológicos que aún nos quedan y que se han podido librar de la acción del tiempo y de la mano depredadora del hombre, fácilmente lo podemos comprobar. Entre nuestros compatriotas sólo citaremos a don José Marta Vera Tudela, que si bien es cierto se desempeñaba como Subprefecto en 1874, nos dejó un informe que refleja la situación tan aflictiva en que se encontraba ese apartado rincón de nuestra Patria y a Don Froyian P. Morales, de cuyo trabajo publicado en 1894 en el Boletín de la Sociedad Geográfica de Lima merece consignarse: "Que en aquella época, el rfo Cayancas servía de límite con el Ecuador y que la "provincia apenas tenía 6,000 habitantes diseminados en tan dilatado terreno y sumidos en la miseria; que en Tumbes no había agricultura y apenas se cultivaban pocas cuadras en las orillas del rio, produciéndose entre otras cosas 5,000 qq. de tabaco; que las haciendas estaban abandonadas por falta de irrigación, capitales y brazos y que una parte inmensa de fértiles terrenos se encontraban completamente eriales".Por ese informe sabemos también que'para comunicarse con Piura, por la vía terrestre, ex¡st^arí/cuatro caminos de herradura y en algunos casos se tenía que ingresar forzosamente a territorio ecuatoriano para poder llegar al lugar de su destino y en lo referente a los caminos internos, el asunto era aún más grave, como caso curioso altamente revelador puedo citar que el 12 de noviembre de 1896 el Alcalde Provincial de Tumbes en oficio que le dirige al Alcalde Municipal del Distrito de San Juan le dice: "Como debe constituirse en ésa, el señor Vacunador, corresponde a ese Concejo le remita una bestia aperada en las primeras horas de la mañana del día citado". Este ostracismo que hizo que ningún Presidente de la República o Encargado del Gobierno visitara la zona, que fuera el lugar ideal para que las malas autoridades medraran a espalda del pueblo y que hizo que no se conociera en su oportunidad una moción que fue archivada en el Congreso de la República, por la que se le denominaba "La Heroica Villa de Tumbes" por la valiente actitud asumida por su pueblo en defensa de la Constitución, termina en 1935, cuando entró en servicio la carretera que lo unta con el sur de la República, iniciándose una etapa de esperanza para un pueblo que estuvo realmente abandonado, pero al final resultó una frustración.
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